¿Son tus recomendaciones sobre juguetes adecuadas desde el punto de vista de la seguridad del producto?

Ya están las navidades aquí encima y los blogs y cuentas con audiencia familiar se llenan de recomendaciones sobre juguetes estrella para estas fechas. Pero, ¿se hacen bien estas recomendaciones? ¿Alguna vez te has preguntado si lo que estás contando sobre un producto tan sensible como un objeto destinado a los más pequeños es lo más adecuado, o es correcto o quizás estás cometiendo algún fallo sobre su seguridad o su origen sin saberlo?

Uno de nuestros lectores nos escribió hace tiempo precisamente porque no siempre se escriben las reseñas de la mejor forma, y lo que nos contó nos pareció que podría ser de mucha ayuda tanto para creadores de contenido como para marcas y, por supuesto, para lectores en busca de opiniones supuestamente formadas en sus blogs o perfiles preferidos. Oriol Roig, ingeniero con experiencia en el sector de la fabricación de juguetes y que ahora trabaja en la empresa de ensayos TÜV SÜD, donde se evalúa la seguridad y calidad de los productos, nos da su opinión como profesional y también como padre en cuanto a qué enlaces recomendar, qué deberíamos tener en cuenta al comprarlos y/o reseñarlos en el caso de los creadores de contenido.

Esto no es un post patrocinado, ojo, es la opinión que generosamente nos ha transmitido un lector de nuestra audiencia, Oriol, que además trabaja en este sector y nos comparte su experiencia también como usuario y padre, así que esperamos que os sea de mucha utilidad.

Gracias, Oriol, por tu testimonio y por ayudarnos a todos a generar y consumir contenido con más criterio.

En todo caso, con la buena intención de recomendar algo como un juguete tenemos que ir con cuidado, porque simplemente por desconocimiento, podemos estar recomendando uno que sea inseguro.

Cuéntanos un poco sobre ti, tu perfil y a qué te dedicas.

Vale, en cuanto a lo profesional soy ingeniero electrónico y entré a trabajar en Tecnitoys (hace ya una temporadita…). Es la empresa ya extinta, que fabricaba y distribuía el “Scalextric”. Sí, el juguete estrella de los 70 y 80 tenía bastante éxito aun a principios de los 2000.

Entré en el departamento de producción y, en un tiempo, me convertí en el responsable de seguridad de producto. Al ser una empresa que distribuía a un buen número de países, pues teníamos que estar al tanto de la legislación sobre juguetes en dichos mercados.

Después entré a realizar el mismo rol en una empresa que se dedicaba al sector de electrónica de consumo con licencias infantiles. Productos que por la naturaleza del usuario final muchas veces se consideraban juguete igualmente.

Ahora y desde hace unos años estoy en TÜV SÜD. Una de las mayores empresas en el sector de los ensayos, certificaciones, auditorías…Tengo el rol de gestión de clientes en el sector de productos de consumo. Así que me pasé al “reverso tenebroso” jajaja

– En muchas ocasiones se publican reseñas o recomendaciones sobre juguetes con enlaces a distintos puntos de venta o plataformas online y a propósito de una de ellas nos escribiste para comentarnos lo poco adecuado de indicar ciertos enlaces y qué no permitían esos enlaces en concreto.

Uno de los problemas de las plataformas de venta online genéricas (esto es Amazon, por ejemplo) es que en muchas ocasiones son simplemente “escaparates” de empresas. Es decir, fabrico un producto y lo publicito en esta plataforma para llegar a más público y así poder vender más. Esto en sí no debería ser un problema, si hubiera un poco de control sobre lo que se vende.

Me explico: el comprador medio tiende a pensar que en esa página lo que se vende es directamente de la plataforma (Amazon en este caso) y que por lo tanto están asegurados los controles de seguridad necesarios. Al fin y al cabo, ¿no es Amazon la mayor compañía del mundo?

Pues la realidad es que al ser simplemente un “escaparate”, Amazon (y pongo este ejemplo por ser el conocido, pero hay muchos más) delega en las empresas la obligatoriedad de cumplir con la legislación. Y eso es un agujero, lamentablemente.

Las empresas que utilizan a estas plataformas no tienen por qué estar localizadas en la Unión Europea. Pueden enviarse directamente desde el país de origen. Es decir, que no pasan un proceso de aduanas “normal” como el que pasan las empresas que importan a Europa. En aduanas se les va a exigir (el SOIVRE como organismo se encarga de ello) a que el juguete cumpla, y dé pruebas de ello.

El hecho de comprar en una tienda física, más allá de la nostalgia, nos va a permitir comprobar si el juguete tiene el marcado CE obligatorio y poder comprobar la edad recomendada de uso (imprescindible para evitar riesgos) y leer las advertencias de seguridad.

Si esa tienda de juguetes tiene página web (o la propia empresa fabricante) y compramos allí, estaremos seguros de que el producto ya ha sido importado dentro de la UE y que, por tanto, cumple con la legislación vigente.

– Explícanos, Oriol, por qué derivar o recomendar enlaces a ciertos sitios pueden ser menos recomendables y por qué desde tu punto de vista profesional.

Lo que somos padres, sabemos que a veces manejar a los niños puede ser un quebradero de cabeza (“a veces”, o siempre), por lo que tenemos la sana virtud de que si algo nos ha servido/gustado/ha solucionado algo lo compartimos con otros padres por solidaridad. Eso está genial, aunque sabemos que lo que a un niño le funciona, a otro no tiene por qué…

En todo caso, en la buena intención de recomendar algo como un juguete tenemos que ir con cuidado, porque simplemente por desconocimiento podemos estar recomendando uno que sea inseguro. Y no sólo hablo de riesgos más evidentes de asfixia, sino con altos contenidos de elementos o sustancias químicas que puedan ser nocivas en el largo plazo. No quiero para nada ser alarmista, vivimos en una sociedad moderna, pero hay sustancias que se han demostrado que son malas para la salud, y, que, por lo tanto, se han restringido o prohibido desde la UE.

– Hablas de sustancias que pueden ser nocivas, así como de aquellas que han sido prohibidas en UE. ¿Podemos dar un sitio para consultar estas sustancias o hay algún listado en el que los creadores puedan estar al día de estas sustancias y/o productos prohibidos por inseguros? ¿Existe alguna red de alertas para juguetes similar a la de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN)? ¿Podemos utilizar la red de alertas de retirada de productos de la Unión Europea?

La verdad es que no existe una “lista” de sustancias nocivas, más allá de los anexos del REACH y éste es un reglamento lo suficientemente “denso” como para pelearse uno sólo con él. Y además está en continua evolución.

Si se trata de creadores de contenido, creo que se pueden informar a través de entidades del estilo de la nuestra. La información suele estar bastante bien digerida e intentamos informar de forma detallada, pero “llana”.

En cuanto a las retiradas de producto en Europa, sí. El “Safety Gate” (lo que era antiguamente RAPEX), es el sitio adecuado.

Ir a una juguetería (como tienda especializada) y comprar un juguete de una empresa de reconocido prestigio. Es la mejor manera de asegurarnos que el juguete que compramos es seguro.

– Y cómo profesional, cómo aconsejas a los bloggers que creen sus reseñas de juguetes, qué criterios consideras fundamentales y cómo usuarios qué deberíamos buscar al leer una recomendación sobre este tema.

Evidentemente, los bloggers no pueden tener todos un bagaje en seguridad de juguetes como para ser expertos, pero sí que considero que hay unos tips que pueden ayudar.

Si recomendamos un producto (en este caso juguetes) deberíamos estar seguros de que son visibles en fotografías las advertencias de seguridad, el marcado CE y la información del representante legal en España (si ocurre algo…¿a quién acudo?).

Ligado con esto deberíamos ver si la tienda/empresa que vende el producto si está en la UE. Esto en cuanto a las plataformas online genéricas.

Y siempre, siempre, siempre, será mejor enlazar la página web del fabricante donde toda esta información que comento debería estar disponible.

Al final es un poco trasladar al “online” lo que haríamos en físico. Ir a una juguetería (como tienda especializada) y comprar un juguete de una empresa de reconocido prestigio. Es la mejor manera de asegurarnos que el juguete que compramos es seguro.

Esperamos que os sirvan estas recomendaciones y recordad que, además de cuidar este aspecto, debéis indicar si el post o reseña en redes es patrocinado, si es un regalo o si existe algún tipo de contraprestación comercial para que la publicación sea transparente.

Autor entrada: Mónica

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