Madresfera

En el momento que sabes que algo no está bien  entras en una espiral de médicos que parece no tener fin, empiezas con visitas médicas, pruebas, más pruebas y luego más pruebas complementarias y finalmente te dan un diagnóstico, el diagnóstico que tu no quieres escuchar, tanto es así, que tu vida se detiene cuando el Dr te cuenta que sí…que tienes un cáncer de mama.

Te quedas petrificada, por un momento es como si te desvanecieras, como si no fuera contigo…se han equivocado (piensas) si yo estoy bien…cómo es posible? pues sí, no solo es posible, sino que también es real, esto te está pasando a ti.

Todo empieza con una mamografía porque hay algo anormal en tu teta, así que el protocolo dice que es la primera prueba. Dependiendo de lo que salga hay más pruebas complementarias o si no hay nada sospechoso todo acaba aquí, tu te vas a tu casa y si no te llaman en 2 días es que estás sana como una manzana.

Algo así pasó en mi caso, yo tenía un bulto muy evidente al tacto y a la vista, como ya os he contado, pero resulta que la mamografía no parecía mostrar claramente el tumor, cuando hay mamas densas es muy difícil diagnosticar mediante una mamografía únicamente.

Aún así no me llamaron a los 2 días, ni a los 3 ni a los 4…y creí que todo estaba bien, así que lo que hice fue contar a mi familia que llevaba un tiempo de médicos por un bulto que tenía muy mal aspecto, pero que finalmente no era nada, solo había que ver si operaban o no, si era un quiste o tumor benigno, en cualquier caso se eliminó la posibilidad de que fuera un cáncer de mama porque nadie me llamó a los 2 días.

Y justo cuando lo cuento a toda la familia…me llaman de la clínica para hacer “una prueba complementaria” ya que en el informe del Dr en la mamografía aconsejaba una eco por tener las mamas tan densas.

Todavía recuerdo aquella ecografía cuando el Dr que la hacía me decía que era curioso que una masa tan palpable como aquella no saliera reflejada en la mamo…lo que le hacía dudar muchísimo en el diagnostico, a pesar de la eco. Así que decidió biopsiar aquella enorme masa en aquel mismo instante, y fue cuando yo me cagué. Ya me había hecho una biopsia de mama hacía unos años atrás, en aquel entonces resultó ser un fibroadenoma, que después de dar de mamar a mi hija desapareció por arte de magia, (el dar de mamar limpia todos los conductos y elimina hasta pequeños quistes o fibroadenomas que podamos tener), pero esta vez esta enorme masa tenía características muy distintas a todo lo anterior, cuando un bulto es malo se dice que es una masa adherida al tejido, no se mueve y es dura como una piedra…y ese era mi caso.

Tuve que esperar casi 15 días para saber resultado de biopsia, pero finalmente todo indicó que era un cáncer de mama, ahora había que averiguar cual de ellos. Primero se aventuraron a decirme que era uno(como ya os conté en mi primer artículo) y luego resultó ser otro, todavía peor.

Una vez te diagnostican de cáncer de mama se pone en marcha un protocolo en el que no hay pérdida de tiempo ninguna, todas las pruebas complementarias se piden con urgencia y te piden de todo.

Analitica, Resonancia magnética de mama , Pet , Tac, Ecocardiograma y lo que surja.

Nunca me habían hecho una resonancia de mama hasta ese momento, de hecho no sabía ni que existía esa máquina, y aviso que es muy incómoda por la postura que has de soportar con tus tetas metidas dentro de dos agujeros metálicos, boca abajo durante un buen rato, es un horror de prueba y creo que tienen mucho por mejorar con ella, no con la tecnología diagnóstica, sino en la comodidad, como yo dije, se nota que está diseñada por hombres. Tumbarte en una especie de camilla de hierro (frío y duro) que tiene dos agujeros para tus tetas, separados por un hierro en el centro que se te clava hasta el esternón…ufff eso duele un rato…pero tienes que aguantar, inmóvil.

Finalmente en pocos días todo está listo para un diagnóstico fiable , seguro y definitivo.

Y cuando te dicen que tienes un cáncer de mama, se pone en marcha todo un equipo medico que te van a acompañar durante mucho tiempo en tu día a día, oncólogos, ginecólogos, patólogos, enfermeras,  te explican lo que te van hacer, lo que te va a pasar, lo que vas a tomar y aproximadamente tu calculas que te vas a pasar mínimo un año con tratamientos y luego uno entero para recuperarte de tanto tratamiento, por lo menos.

Visto así te parece interminable.

Entonces te empiezan a hablar de quimioterapia, cortisona,…radioterapia, mastectomia…y tu crees que sigues dentro de tu peor pesadilla, pero no.

En mi caso:

6 meses de quimioterapia (16 sesiones) aunque eso sí, te dan la posibilidad de entrar en alguno de los estudios médicos que existen para tu caso, los cuáles sabes que pueden llevarte más tiempo de hospital…tu decides, pero sobre este tema trataré en otro momento.

Mastectomía y linfadenectomia

Radioterapia (entre 25 y 33 sesiones, dependiendo de si al final conservas la teta o no).

Tu vida entonces se detiene, y aunque suene extraño entonces empieza la cuenta atrás, vas descontando las quimios que te has hecho…una más y una menos te dices cada vez…y así hasta el final, porque aunque no puedes…y te lo parece durante gran parte del proceso…al final resulta que sí, que siempre eres más fuerte de lo que crees.

Puedes seguir leyendo a Paris en su blog, Diario de una maternidad y un lazo rosa