¡Hola a todos!
Soy la Dra. Alexandra Izquierdo, ginecóloga y especialista en fertilidad en la clínica ProcreaTec de Madrid y desde hace meses empecé un blog llamado Objetivo Embarazo. En él quería recoger la información más relevante que os ayudará a formar una familia gracias a las técnicas de reproducción asistida.
Ahora en Madresfera, este blog se convierte además en una sección en la que intentaré, de una forma sencilla y clara, explicar desde los conceptos más básicos hasta las últimas técnicas en reproducción humana asistida, sin dejar de lado los aspectos emocionales y dudas comunes en los pacientes que se someten a este tipo de tratamientos.
Aquí encontraréis información científica pero a la vez explicada de una forma cercana, para que el camino hasta lograr el embarazo sea mucho más apacible. En este espacio os animo a compartir vuestras dudas para facilitar el proceso y reducir al máximo la ansiedad y frustración que pueden surgir durante los tratamientos. Sentíos como en vuestra casa, y con la libertad de preguntarnos lo que necesitéis, tanto en los comentarios como mandando un email a info@madresfera.com con vuestra duda. Las resolveremos en el próximo post.
Y empezamos con el momento en el que este pensamiento empieza a cruzar nuestra mente:
Buscamos un bebé desde hace…. ¿Cuándo empezamos a preocuparnos? ¿Cómo elegimos dónde acudir?
El proceso de buscar la paternidad es algo que puede resultar tan sencillo como intentarlo y que llegue espontáneamente o tan complicado como para verse inmerso en un mar de procesos médicos que quedan muy lejos de lo que se supone debería ser algo “natural”.
Cuando una pareja desea un embarazo, lo enmarca en su proyecto personal y no tiene porqué trascender más allá. Sin embargo, cuando esto no sucede, empiezan a surgir dudas y llegado un determinado punto aparece la necesidad de recurrir a ayuda médica para lograr el embarazo. Cómo y cuándo se debe solicitar esta ayuda ya son por sí solas dos cuestiones importantes.
Uno de los primeros recursos a los que se tiene más fácil acceso es Internet. Si queremos saber si algo es normal o no, lo buscamos y nos dejamos asesorar por lo que allí encontramos. Esta búsqueda nos puede permitir, de una forma relativamente sencilla, orientarnos al tiempo que podemos dejar trascurrir antes de pedir ayuda. En el caso de mujeres menores de 35 años, el embarazo llega en un 90% de los casos tras un año de relaciones sexuales frecuentes y no protegidas. Por tanto, trascurrido este año sería recomendable iniciar un estudio de fertilidad. Sin embargo, cuando se sobrepasan los 35 años o existen otros problemas ( reglas irregulares, antecedentes familiares de menopausia precoz, problemas urológicos en el varón…) se recomienda iniciar el estudio de forma más precoz, entre 3 y 6 meses de búsqueda.
Así pues, esta información que es relativamente sencilla y que permitiría resolver a tiempo problemas en parejas más jóvenes, muchas veces no se tiene en cuenta. Ni siquiera por los propios profesionales de la salud. Tener la idea de que una mujer de 40 años puede esperar dos años a quedarse embarazada espontáneamente en casa, está muy lejos de la realidad que hoy en día nos encontramos.
Por tanto, una vez se toma la decisión de buscar un embarazo, hay que tener en cuenta las posibilidades que se tienen y si se sobrepasa el tiempo estimado en el que el embarazo debería haber llegado, lo mejor es solicitar ayuda para mejorar el pronóstico y evitar la angustia innecesaria de la espera.
Pero…¿ dónde solicitar ayuda? Pues esta pregunta también se tiende a resolver muchas veces a través de Internet. Hoy en día existen muchos centros de fertilidad y elegir uno u otro resulta a veces complicado, ya que existen múltiples factores a tener en cuenta. Aquí va una lista de posibles parámetros en los que podríamos basar nuestra decisión a la hora de elegir un centro u otro:
– Resultados: elegir un centro con buenos resultados de embarazo nos ofrecerá la confianza para poder dejar nuestro caso en sus manos, sabiendo que se intentarán maximizar nuestras posibilidades. A este respecto, los centros que publican sus tasas de embarazo con la Sociedad Española de Fertilidad nos permiten ver de forma objetiva cual es el resultado de su trabajo. No obstante, una vez se han consultado las tasas globales, debemos preguntar sobre nuestro caso concreto y nuestras posibilidades.
– Tecnología: cada día se desarrollan nuevos avances en las técnicas de laboratorio de reproducción asistida. Saber cuáles de estos avances nos beneficiarán y si están disponibles en el centro elegido resulta fundamental. No obstante hay que ser cautelosos, no todas las nuevas tecnologías han demostrado científicamente mejorar las tasas de embarazo y sin embargo sí que contribuyen a encarecer los tratamientos. Poder diferenciar entre tecnología y tecnología útil nos ayudará a optimizar nuestra elección. No debéis dudar en preguntar las indicaciones de cada técnica y de la disponibilidad de las mismas en el laboratorio.
– Equipo médico: un equipo cercano, que permita el contacto directo con el médico responsable ayuda a sentirse más respaldado. Idealmente un médico debería seguir a una misma paciente o pareja durante todo el tratamiento, lo que favorece la comunicación y la relación médico-paciente. Al final, tanto médico como paciente se ven inmersos en el mismo proceso y toman decisiones en conjunto. Por otro lado, el equipo médico debe estar bien formado y actualizado en los últimos tratamientos y tecnologías para poder ofrecer a sus pacientes las máximas posibilidades de éxito.
– Trato: percibir un trato cercano por parte de todo el personal, permitiendo percibir que las personas que intervendrán en vuestro tratamiento os conocen como pacientes, os ayudará a sentir mayor tranquilidad en cada etapa.
– Coste: el precio de los tratamientos puede fluctuar mucho entre unos centros u otros. Pero esto es como en todas las áreas de la vida.
Existen productos más caros, que son realmente mejores y otros también caros que son exactamente iguales que otros de menor valor. En reproducción asistida los tratamientos tienen un coste elevado fundamentalmente por los procesos que se desarrollan en el laboratorio, que requieren de materiales, maquinaria y personal altamente cualificados. Los recortes en cualquiera de estos tres pilares pueden tener un impacto en los resultados.
– Instalaciones: el centro debe ser un lugar acogedor, que nos haga sentir bien. Debemos pensar que vamos a visitar el centro en numerosas ocasiones y que en ese lugar se iniciará una nueva etapa de la vida. Un lugar que percibamos como hostil nos hará el proceso más complicado.
– Situación: si el centro se localiza en un lugar muy inaccesible, en referencia a transporte público, aparcamiento, distancia a nuestro domicilio o centro de trabajo, cada vez que tengamos que ir a consulta resultará una complicación que podría tal vez evitarse.
En definitiva, lo que buscamos en un centro es la ayuda para ser padres y no una complicación añadida a un proceso que de por sí ya resulta estresante, no desde que se inician los tratamientos sino desde que la pareja no logra el embarazo espontáneo en casa.
Si necesitáis algún consejo personalizado por mi parte o por parte de nuestro equipo de fertilidad, no dudéis en contactarnos. Podéis dejarnos vuestras dudas en los comentarios o bien por email a info@madresfera.com.
¡Bienvenid@s a Objetivo Embarazo!
