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El SEAM es un servicio gratuito y de ámbito nacional que busca ser un cauce para luchar contra la discriminación por razón de edad. A través de este servicio, se busca visibilizar el problema del edadismo, ofrecer cauces para luchar y acabar con la discriminación así como mejorar el conocimiento general sobre los derechos de las personas mayores y sobre los recursos y servicios a los que pueden acceder.

La mitad de la población mundial tiene actitudes discriminatorias hacia las personas mayores y una de cada 6 personas sufre maltrato o abuso por ser mayor, según la OMS. Sin embargo, sólo uno de cada cuatro personas mayores lo denuncian. Esta realidad, junto a la falta de información sobre los derechos de los mayores son, según los expertos, los principales obstáculos en la lucha contra el edadismo.

 Vivimos en una sociedad edadista. El problema es que muchas veces no somos conscientes de ello. Pero la visión negativa que rodea el hacerse viejo, es algo que supura y tenemos que cambiar la mirada, darle una nueva vuelta de tuerca en la que se logre una conciencia de que todas las personas, tengan la edad que tengan, tienen los mismos derechos.

Uno de los problemas más importantes de cualquier tipo de discriminación, al igual que sucede con la violencia de género es que las propias víctimas tienen interiorizados determinados comportamientos discriminatorios, por los que les cuesta detectarlos y denunciar.

Es lo que sucede con el edadismo; está legitimado socialmente, aceptamos que las personas al llegar a determinada edad van perdiendo capacidades y facultades y eso conlleva y justifica un trato diferente. Esta discriminación no solo es difícil de identificar sino especialmente de erradicar y afecta a todos los ámbitos: acceso a la salud, al mercado laboral, a la justicia, a los cuidados, el derecho a la autonomía, a la capacidad de tomar decisiones de manera independiente y los derechos a decidir sobre los propios ingresos y el patrimonio.

Este servicio nace con el objetivo de minimizar esta invisibilización ofreciendo información, acompañamiento, orientación y acercando recursos a las personas mayores para tener una mayor autonomía y conocer sus derechos. En definitiva se trabaja en su capacidad de activismo y acción frente a esas circunstancias.

La labor de acompañamiento resulta fundamental;  las personas dejan de sentirse tan solas, van ganando confianza con la seguridad de que al otro lado hay alguien que realmente vela por sus derechos, se preocupa por sus necesidades y les proporcionan herramientas para ir forjando su futuro como ellos quieren. Además de garantizar una necesaria participación de los mayores en todas las políticas y reformas que les impliquen, algo que también es una obligación.

Este servicio se lleva a cabo a partir de las llamadas o consultas que realizan. Aquí un equipo especializado se hace cargo de todas ellas y va derivando las peticiones de ayuda a las instituciones responsables de protección y garantía.

El servicio está dirigido a personas mayores, pero también pueden acudir a él cuidadoras y cuidadores que necesiten información y asesoramiento sobre derechos y buen trato a personas mayores, así como cualquiera que necesite orientación para ayudar a una persona mayor que esté viviendo una situación de abuso, maltrato o discriminación por razón de edad.

La mayoría de consultas recibidas hacen referencia a temáticas principalmente relacionadas con dudas relacionadas con la atención a la dependencia, dificultades de acceso a trámites administrativos o discriminación por edad en el ámbito laboral. En relación al género, la mayoría de las personas que llaman son mujeres entre 61 y 71 años y a partir de 80.