Hoy os traemos un testimonio anónimo y muy doloroso de una bloguera de Madresfera a la que la vida le está jugando una mala pasada, muy mala. Desde aquí no podemos sino darle nuestro altavoz, nuestro apoyo y que lo grite a todo el mundo, porque es cierto, todo lo que ella cuenta nos puede pasar mañana a nosotros, a mí, o a ti.
Se acercan fechas clave en las que todos, quien más y quien menos, nos crecemos de solidarios, ¿quien no compra las postalitas de Unicef? ¿Quién no regala limosna al pobre que no tiene para comer? ¿Quién no da abrigo a uno que lo necesita, o un plato caliente para el que tiene frío? ¿Quién no ha donado algún producto para el banco de alimentos de su barrio en plenas navidades?
Lo hemos hecho todos, ¿verdad?
Apadrinamos niños, apadrinamos animales… En definitiva, somos buena gente, y como tal, si la vida nos da cosas bonitas, es nuestro deber compartirlas con los más necesitados.
Yo misma he sido siempre solidaria con el más pobre, he dado de comer al que lo ha necesitado, le he dado abrigo, he apadrinado y he donado sangre (mientras he podido) he intentado ser donante de médula ósea (aunque no me lo han aceptado), pero me siento orgullosa por haber podido sumar mi granito de arena por cada causa.
Soy una mamá que ahora vive uno de los peores momentos de su vida, la vida me lo pone difícil, y no hace más que ponerme obstáculos o pruebas por superar… las cuales, y gracias a Dios, voy superando o saliendo airosa, fuerza no me falta. Pero ahora no es el caso, es una situación muy dura la que estoy atravesando, enferma, sin trabajo, etc…
Y no he tenido más remedio que acudir en ayuda de los servicios sociales de mi barrio… ¿Quién me lo iba a decir a mi?
Yo, que nunca me faltó de nada y que siempre donaba alimentos para caritas…Y ahora soy yo la que se ve de lleno en esa pena, digo pena porque no deja de ser triste verte en esta situación, no es plato de buen gusto para nadie sacar sus miserias ante los demás, justificar lo mal que te va todo es un paso muy duro de dar. Pero cuando la necesidad aprieta, el orgullo no te da de comer.
Y mi familia hace todo lo que puede, pero no puedo seguir tirando de ellos, y servicios sociales está para casos como el mio.
Quería dejar constancia de que no es oro todo lo que reluce. Ayer fui por primera vez al banco de alimentos y al llegar a casa me sentí humillada. Sí, al ver que algunos de los alimentos que habían metido en mi carro estaban en mal estado o caducados. Había melocotones que directamente se fueron a la basura, no era fruta en condiciones para una niña y tampoco para un adulto, es más, creo que no era apta ni para los monos del zoo. Es muy triste. Las galletas estaban caducadas, una caja de bombones (algo que me extrañó recibir) y el secreto estaba en que estaba caducado.
El resto de alimentos no se ajustan a nuestra alimentación, es todo enlatado: albóndigas en lata, raviolis en lata, lentejas en lata, nada de verduras y mucha pasta, pero…¿y el contenido para echar a unas lentejas, por ejemplo?
El resto eran productos a punto de caducar. La recogida de alimentos es una vez al mes, y dentro de unos días me caduca todo lo que me dieron ayer. Si no lo como, se irá a la basura.
Y yo me pregunto, ¿es normal esto? ¿Por qué me dan para mi hija pastas o bollitos de chocolate y galletas caducadas? Imagino que no le van a hacer daño, por eso te las dan, yo lo he probado antes incluso, pero creo que es humillante, y no creo que me pueda quejar de algo así, porque suficiente hacen para darme lo que pueden, y no puedo ser desagradecida.
Por eso quiero concienciaros para que ayudéis mientras podáis, porque un día te puede tocar estar en mi situación, y entonces sabrás de lo que hablo, y a lo que me refería.
Yo solo soy una chica normal, una chica que ha trabajado durante toda su vida, y que la vida le ha dado un giro y tratado mal. Yo me crezco ante las adversidades,no tengo más remedio, pero todo ser humano tenemos un límite. Yo he tocado fondo, y estoy deseando salir.
Las verduras son alimentos necesarios, los bombones no. Está bien que mi hija tenga chocolate o galletas, pero no lo quiero si está caducado. Las patatas son necesarias, la fruta (pero no podrida) las legumbres y la pasta están muy bien, pero…¿y el acompañamiento? ¿Unas cebollitas, un tocinito? ¿Algo congelado aunque sea? ¿Algo de pescado?
Está claro que por poco que sea es una ayuda, yo fui con un carro y salí con el carro lleno y una bolsa. Esto para un mes es poquísimo, pero algo es algo, aunque todo sea dicho que al día siguiente tuve que ir al super a comprar cosas de primera necesidad, y si yo lo tengo que comprar., pues no entra como alimentos de primera necesidad ni el chocolate y mucho menos los bombones. Yo he aprendido a alargar 10 euros de una manera increíble, porque a todo se aprende, por suerte.
Soy consciente de mi mala situación, pero por mi enfermedad (espero que temporal) en estos momentos y desde hace ya mucho, no puedo trabajar, y en mi caso, si no trabajo, no cobro. No tengo ninguna ayuda hasta el momento, me refiero del estado, por ahora todo aquel que me ha ayudado es de mi propia familia y entorno más cercano.
No se puede permitir que una madre y su hija menor pasen penurias por una putada del destino. A mi hija no le falta de nada, ella por suerte no entiende de penas, ni nota ningún cambio y su vida sigue siendo feliz, porque si algo sé, es que ella y cualquier niño se merecen ser felices y nadie ni nada les debe perjudicar.
Es curioso, me moría de vergüenza en los servicios sociales, haber llegado a esto, me decía una y otra vez, pero he de hacerlo, si no lo hago yo, quien lo hará, el camino está siendo muy largo y duro, y ya no llego a más.
Antes de llegar al banco de alimentos pensaba en la vergüenza que pasaría una vez allí. Si habría mucha cola, si alguien me reconocería, o yo reconocería a alguien…Una vez en el banco de alimentos fue curioso, pero no pasé vergüenza en ningún momento. Fue llegar allí, no hacer cola (porque fui a última hora) y ver la gente que allí estaba, como yo, para qué vamos a mentir, pasando un momento difícil en su vida.
Me sorprendió ver a gente de todo tipo, pero lo que más me sorprendió era la de familias enteras con niños que habían allí, esperando a que llenaran su carro.
Me encontré hasta con una mamá del cole de mi hija…las dos nos saludamos como si nada, pero por dentro, las dos nos llevamos una sorpresa saber y conocer la situación de la una y de la otra. Ella es tan mona, parece tan pija, y mírala, está aquí también, quién lo iba a decir.
Conocí a otra mamá que acudía como yo por primera vez, más joven que yo y con 2 hijos, separada y en paro, su madre la ayuda, pero ya no llegan a fin de mes… Qué triste todo, nos decíamos.
Es increíble, trabajar toda una vida para esto, y cuando llegas a esto, pensando que ya no puede haber más humillación, resulta que sí la hay. Darte alimentos en mal estado o caducados no debería estar permitido. Intentemos que no tenga que ser así.
No sé si será algo común dar alimentos pasados o será algo puntual de esa parroquia, por mala gestión, pero tengo claro que voy a ponerlo en conocimiento de la asistenta social, a mi no me parece normal, la verdad. Y repito, no quiero ser desagradecida, pero yo todavía conservo intacta mi dignidad, y nada ni nadie me la va a quitar.
Espero que este escrito sirva para algo, porque aunque te parezca imposible esto podría pasarte a ti.
