Sobre la piel y sus cuidados sabemos cada vez más. Hay más información y más divulgadores ofreciendo esa información a través de internet y las redes sociales. También lo hacen a gracias a libros como Lo que dice la ciencia sobre el cuidado de la piel (Plataforma Editorial), una pequeña guía a través de la cual Lorea Bagazgoitia, dermatóloga y autora del Blog de dermatología, explica de manera amena y sin tecnicismos qué dice la ciencia sobre cómo mantener una piel sana. Y lo hace derribando mitos y detallando capítulo a capítulo información útil y práctica “para todos los públicos”.
¿A quién va dirigido “Lo que dice la ciencia sobre el cuidado de la piel”?
El libro es “para todos los públicos”. Pienso que cualquier persona que tenga inquietud sobre cómo funciona su piel y cómo cuidar tanto la suya como la de su familia podría encontrarlo interesante. He evitado los tecnicismos y las palabras complejas que utilizamos los médicos, precisamente para hacerlo accesible y ligero.
Empiezas el libro ofreciendo un test para analizar qué sabemos sobre la piel y sus cuidados. ¿Sabemos menos de lo que pensamos?
Habrá gente más informada que otra, por supuesto. Es cierto en cualquier caso, que ciertos datos sobre nuestra piel damos por sentados, no son del todo correctos. Esto es lo que pretendo poner de relevancia iniciando el libro con un pequeño test. Las respuestas están al final del libro pero el porqué de cada una de las preguntas se encuentra a lo largo del libro.
No sé si las leyendas urbanas, los medios o la publicidad han contribuido a esa desinformación. ¿A qué dirías que se debe?
Muchas ideas son sencillamente fruto de creencias populares, tan asentadas que no se cuestionan. Los medios y la publicidad también pueden influir en algunas de ellas, pero parte de la responsabilidad de dar a conocer ideas como que en “un día nublado puedes quemarte con el sol”, o que “no siempre lo natural es lo mejor para la piel” está en nuestra mano, en la de los médicos especialistas en piel. La realidad es que escasean obras de este tipo escritas por dermatólogos y por eso creo que Lo que dice la ciencia sobre el cuidado de la piel es especial.
La alimentación y la piel
Cuentas que muchos pacientes culpan del estado de su piel a determinados alimentos. Entre los más habituales, las dudas acerca de las dietas sin gluten o sin leche. ¿Qué hay de cierto en esto?
El gluten puede empeorar la piel de algunas personas celíacas, aquellas diagnosticadas de una enfermedad llamada dermatitis herpetiforme. Todo aquel que no padezca ninguna de estas dos condiciones, no debería evitar el gluten para tener una piel más reluciente. El gluten no provoca granos, manchas ni reacciones alérgicas. Lo mismo ocurre con la lactosa, pero curiosamente muchas personas deciden hacer una dieta sin lactosa ante la aparición de algo en la piel. Cuando uno es intolerante a la lactosa, y toma lácteos esto origina síntomas digestivos, pero no existe relación alguna entre la lactosa y la piel. Solo en algunos casos de acné parece que tal vez la leche (sobre todo la desnatada) pueda empeorar ligeramente los síntomas.
¿Hay alimentos que empeoren realmente el estado de nuestra piel?
En los últimos años hemos sabido que los alimentos con carga glucémica elevada (pasta, arroz, dulces, pan blanco) pueden empeorar en cierto grado el acné. Un alimentación equilibrada, como es natural contribuye de forma positiva a nuestra piel del mismo modo que lo hace a nuestra salud en general.
La piel tiene memoria
Adviertes en el libro de que cuanto más sol tomemos a lo largo de nuestra vida, más papeletas tendremos de desarrollar un cáncer cutáneo en el futuro.
Así es. Como siempre decimos los dermatólogos, “la piel tiene memoria”. El sol que “absorbamos ahora” nos puede pasar factura en el futuro en forma de cáncer de piel.
Entre las leyendas más extendidas está aquella que dice que si eres de piel morena y tu piel no se quema fácilmente, puedes tomar el sol sin riesgo alguno. ¿Qué hay de cierto en esto?
Las personas con piel más morena efectivamente tienen menos riesgo de quemarse al sol, y es cierto también que tienen menor riesgo de sufrir un cáncer. Hoy sin embargo sabemos que el daño que origina el sol en la piel no es solo por las quemaduras, sino que se va acumulando poco a poco, aun sin haberlas sufrido. Las personas de piel oscura a pesar de tener cáncer de piel con menor frecuencia, pero los estudios científicos dicen que sin embargo, cuando los tienen suelen diagnosticarse en fases más avanzadas. Por tanto, también deben protegerse y cuidar su piel, sin bajar la guardia.
Las personas de piel oscura a pesar de tener cáncer de piel con menor frecuencia, cuando los tienen suelen diagnosticarse en fases más avanzadas.
¿Cómo concienciar a la población acerca de los efectos de un mal cuidado de la piel?
Nosotros intentamos hacer esa labor en la consulta, pero obviamente no llegamos a toda la población. Por esto, intento apoyar la labor divulgativa con mi Blog de Dermatología y ahora con el libro. Además, la Academia Española de Dermatología y Venereología, a través de la Fundación Piel Sana hace una labor excelente al respecto.
El mejor antienvejecimiento, el protector solar
“El mejor producto antienvejecimiento es el fotoprotector”. ¿Nos gastamos cientos de euros en cremas cuando en realidad nuestro mayor agente de envejecimiento es el sol?
Así es. El principal causante del envejecimiento de nuestra piel es sin ninguna duda el sol; por lo tanto la mejor herramienta para prevenir las arrugas y las manchas, es un buen protector solar. Además de esto, existen ciertas moléculas como los retinoides o los hidroxiácidos que pueden contribuir ligeramente a un tratamiento antiarrugas. Las cremas antienvejecimiento que carezcan de estos elementos no tendrán apenas efecto.
¿Qué cremas son más adecuadas según la edad?
A cualquier edad es recomendable utilizar protector solar. En la adolescencia se utilizarán productos no grasos/oil free mientras que en persona mayores necesitaremos productos con capacidad emoliente o hidratante pues la piel se vuelve más seca con los años. Los componentes que contengan las cremas dependerán de lo que esperemos de ellas: antiarrugas, despigmentante, antioxidante, solo hidratante.
A cualquier edad es recomendable utilizar protector solar.
Supongo que siempre es aplicable a hombres y mujeres. ¿Hay diferencias en este sentido?
Los hombres suelen tener una mayor producción sebácea y por tanto suelen preferir las formulaciones en gel o emulsión que son menos grasas. Las recomendaciones generales son las mismas.
Además de la piel, hablas en el libro de las uñas y el pelo. Insistes en lo inútil que es tomar vitaminas “milagrosas” para mejorar su apariencia. ¿Por qué no funcionan?
En base a la evidencia científica, podemos decir que los complementos vitamínicos no han demostrado ser efectivos para el tratamiento de enfermedades del pelo y las uñas. Esto no quiere decir que no pueda descubrirse algún día la efectividad de alguno de ellos en concreto; sencillamente, como médico actualmente no puedo recomendar su uso porque no tengo datos que justifiquen su utilidad. Más que por qué no funcionan deberíamos preguntarnos, por qué iban a funcionar.
Los complementos vitamínicos no han demostrado ser efectivos para el tratamiento de enfermedades del pelo y las uñas.
Por último, ¿qué recomendación darías a quien quiera cuidar más su piel?
La recomendación estrella, que queda más que clara tras terminar el libro, es “protégete del sol”. Esto no significa que haya que vivir encerrado. Afortunadamente disponemos de un montón de medios para minimizar el efecto del sol en nuestra piel y es muy recomendable hacer uso de ellos porque el sol es el principal causante de tantas cosas indeseables como las arrugas, las manchas y el cáncer. Además de ello, no fumes, come sano, no te estreses y duerme bien, sin olvidar hidratar tu piel para mantener el manto lipídico intacto.
