Para muchos niños un casco es un objeto de juego, una protección para la bici, los patines o para esquiar. Por lo general, ese casco es bonito, no demasiado incómodo y adaptado a su tamaño. Sin embargo, para mucho otros niños un casco, en la mayoría de los casos grande e incómodo, es la única protección que tienen contra los golpes, arañazos o caídas que puedan sufrir en la mina, durante sus largas jornadas de trabajo.
Ya sea en una mina, en un vertedero o en una fábrica la realidad es que actualmente 152 millones de niños y niñas trabajan en el mundo, y más de la mitad, 73 millones, lo hace en condiciones extremas y peligrosas que amenazan su seguridad, salud, educación y desarrollo.
Hoy, 12 de junio, Día Mundial contra el Trabajo Infantil, nos unimos con UNICEF para gritar al mundo que esta realidad abrumadora debe cesar ya.
¿Quieres más datos?
- 1/4 de los niños que trabajan en condiciones peligrosas tienen menos de 12 años
- 36 millones niñas entre 5 y 14 años realizan tareas domésticas más de 21 horas semanales
- 9 de cada 10 niños que trabajan en el mundo viven en África Subsahariana o Asia
Las cifras son escalofriantes, sin duda. Pero para que no se quede solo en eso, en cifras, desde UNICEF han llevado a cabo un experimento social, #TheUnescapeRoom, para hacernos experimentar lo que sienten esos niños cada día mientras desempeñan su trabajo. Y estos han sido los resultados:
Los niños nunca deben ser mano de obra barata y menos en condiciones extremas. Los niños deben ser niños y vivir una infancia lo más feliz posible. En UNICEF están haciendo lo imposible para lograrlo y por eso llevan décadas trabajando en un marco protector para la infancia. Pero todos y cada uno de nosotros podemos sumarnos a esa voz y gritar al unísono para que esta esta situación de explotación infantil cese ya. Puede unirte a su voz firmando esta petición y convirtiéndote en el botón de emergencia de los niños que cada día trabajan en las peores condiciones.
Comparte y difunde este mensaje para que llegue lejos y que en lo sucesivo el 12 de junio nunca más sea el Día Mundial Contra el Trabajo Infantil porque ya no haya más niños trabajando en condiciones extremas.