En el momento en que ya tienes la noticia, ¿qué ocurre?
Tu cabeza está sobresaturada por tanta información que te ha dado el médico, por el miedo que de repente se siente ante algo así, por la incertidumbre a lo que está por llegar, por el terror a morir…
Un cúmulo de emociones que no sabes cómo dejar salir, a veces salen y otras no salen, la tristeza, el miedo, la rabia, el enfado, abatimiento, depresión… Pero no debes preocuparte, todo esto es NORMAL.
Todas pasamos por ello, subimos y bajamos como en una noria, un día estamos llenas de energía y al otro estamos decaídas, pero no importa, hay que seguir.
Está claro que ese camino solo lo vas a recorrer tú, pero que sepas que NO ESTÁS SOLA, vas a descubrir un montón de recursos para sobrellevarlo y vas a darte cuenta de cuantas personas te quieren y quieren ayudarte. De esta manera el camino a recorrer será más “fácil”.
El apoyo, el amor, la comprensión, el optimismo, la aceptación van a estar contigo todos los días. En tu familia, en tus amigos, en conocidos y hasta gente que aún no conocías, es sorprendente, pero entre todos y junto a tu oncólogo y su equipo médico, todo va a ser posible.
Tómate el tiempo que en tu interior necesites para ver el vaso medio lleno, y no medio vacío, porque mirar adelante con optimismo es parte fundamental de un proceso como este, no debes permitirte ver siempre el vaso medio vacío… Es lo mismo que darle la vuelta a la tortilla, si no lo haces, se quema, ¿verdad? Pues lo mismo pasa con tus emociones, que si no las cambias, te quemarán en vida.
Lo sé, no es tarea fácil, pero sí es posible, yo lo hice! y no sólo yo, conozco a muchas otras mujeres que vieron el vaso medio lleno como yo, aunque para llegar a verlo tuviéramos que bajar al mismísimo infierno antes, eso no importa, es una reacción normal, pero lo que sí importa es reponerse y curarse, y para eso la actitud que tomas ante cualquier situación es fundamental.
Tenemos el derecho a llorar y patalear, a enfadarnos, sí, claro que lo tenemos, pero que sirva de impulso para lo que está por venir, no dejes que la tristeza y el miedo se apoderen de ti.
Hay personas que por naturaleza son siempre positivas, al igual que por el contrario, hay personas que por naturaleza son depresivas. Seas con tendencia a reír o con tendencia a deprimirte, debes pasar el mismo proceso que cualquiera ante una noticia como la de tener un cáncer.
La cuestión es saberlo “sobrellevar” lo mejor que cada una pueda, que realmente no es tan fácil, como quisiéramos, pero sí posible.
Dicen que llorar es importante, pero en cambios otros nos recuerdan constantemente que es signo de debilidad cuando en realidad no lo es. Hay que llorar, hay que dejar salir lo que uno lleva dentro, ya sea con lágrimas o con rabia, para después sentirse mejor, así que llorar y llorar mucho es importante en cualquier proceso. No lo tomes como algo negativo, sino como que después de esas lágrimas serás como el Ave Fénix, ¡resurgirás!